Moda

Victoria Beckham: ¿por qué ya no usa tanto tacones?

  • Los zapatos altos pueden ser perjudiciales

Nuria Hernández

Los tacones crean la ilusión de unas piernas más alargadas y estilizadas, pero la belleza no es siempre sinónimo de buena salud. Tampoco debería ser una obligación, porque llevar tacones durante un tiempo prolongado tiene en ocasiones consecuencias negativas de por vida para la salud de la mujer.

Por eso, algunas famosas como Victoria Beckham, a la que es habitual ver subida a altísimos tacones, han decidido aparcar este calzado y optar por otros más cómodos como las zapatillas y dejar los 'high heels' sólo para ocasiones especiales.

Desde rozaduras o heridas en los pies, problemas en los huesos como son los juanetes, dedos en martillo, callos o durosidades, hasta dolores y alteraciones en otras partes del cuerpo como la rodilla o la espalda.

"Andar sobre tacones altos desplaza el cuerpo hacia delante y obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el peso, provocando dolor y daño en estas extremidades", explica la fisioterapeuta y experta en el cuidado por y para la mujer, Flor María Trujillo.

"Cuando alguien calza unos tacones, lo que está provocando es que se cambien todas las posiciones articulares del pie: el tobillo queda más flexionado, la rodilla y la cadera también se flexionan y se incrementan las curvaturas en la espalda. Esto, lo que genera son dolores a nivel lumbar y cambios artrósicos en la rodilla de alguna manera irreversibles tanto en el pie como en otras partes del cuerpo", revela la experta.

Además, usar tacones excesivamente altos afecta al equilibrio y la estabilidad ya que como explica Trujillo "la musculatura de las partes laterales del pie y de la pierna tienen que estar trabajando de forma constante para poder equilibrarse" y el bamboleo que se produce al caminar repercute en rodillas, cadera y espalda.

Para no renunciar a este tipo de calzado, Trujillo recomienda que el tacón tenga entre 2,5 y 4 centímetros para facilitar el despegue del pie. Pero, además de la altura del zapato, la forma del mismo es fundamental. "Aconsejamos desechar aquellos calzados que tienen la punta muy estrecha porque favorecen que los dedos vayan encogidos, provocando problemas en los dedos y el antepié", comenta Trujillo.

Las embarazadas, un grupo especialmente de riesgo

Si para cualquier mujer el empleo de un calzado excesivamente alto es perjudicial, para las mujeres embarazadas lo es todavía aún más.

"Durante la gestación, la mujer aumenta de peso y se modifica su centro de gravedad a medida que crece la barriga. Además, se producen cambios hormonales que ablanda y estira ligamentos y músculos, provocando que esté más expuesta a torceduras y esguinces", indica Trujillo.

El aumento del riesgo de caídas es el principal motivo por lo que los tacones estén contraindicados en las embarazadas.