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Telmo de la Quadra Salcedo, el heredero aventurero de Miguel


    Nuria Hernández

    Este viernes nos despertábamos con la triste noticia de la muerte de Miguel de la Quadra Salcedo, sin duda, uno de los personajes, periodistas de profesión y aventureros de vocación, que nos acompañó a muchos treinteañeros en nuestra juventud y nos hizo soñar con países desconocidos gracias a la Ruta Quetzal.

    Pero su fallecimiento no deja huérfano al mundo de las aventuras, la selva y los programas hechos por y para adolescentes con ganas de ayudar a los demás y de descubrir nuevos lugares. Sin duda, su sobrino, Telmo de la Quadra Salcedo, es su mejor heredero. Y nosotros le hemos tratado en las distancias cortas.

    Poco conocido para el gran público hasta hace unas semanas, cuando se anunció que conduciría el espacio Mares en Discovery Max, Telmo lleva la aventura en las venas (además de su tío, su padre fue marino mercante y su madre arqueóloga). Con un cuerpo corpulento, pelo rubio largo y barba de explorador perdido en el Amazonas, a sus 46 años ha llevado a cientos de niños madrileños a descubrir los secretos de África.

    Lo hizo de la mano de la Comunidad de Madrid con el programa Madrid Rumbo al Sur, en el que esta redactora participó en 2008 como periodista cubriendo el viaje a Sudáfrica y Mozambique.

    El programa consistía en pasar un mes en diferentes países africanos en los que el gobierno madrileño tenía proyectos de cooperación. Una especie de Ruta Quetzal pero en África y no en Sudamérica, como hacía su tío. Los jóvenes, de 16 y 17 años, tuvieron la oportunidad de descubrir las tierras de Senegal, Marruecos y Mozambique, y todo lo que sus gentes tienen que aportar a nivel cultural y emocional.

    Pudimos conocer a Telmo personalmente. Un tipo con sed de aventuras, al que no le importaba no comer o no ducharse en varios días, al que los periodistas hasta llegaban a incomodarle en ciertos momentos por su afán por no desbaratar el objetivo del viaje.

    Pero al mismo tiempo, Telmo aparecía impecablemente vestido con un traje y corbata ante el embajador de Mozambique (resquicios de sus años como abogado, porque estudió Derecho) y en los ratos de ocio bailaba con nosotros y los locales del poblado en los que dormíamos por las noches, se tomaba una cerveza, bromeaba con lo 'pijos' que éramos los redactores que estábamos en el viaje y comentaba que su objetivo en la vida era poder llevar el legado de su tío a las nuevas generaciones.

    Educado exquisitamente y amante del mar, con apenas 22 años se enroló en la expedición conmemorativa del quinto centenario del Descubrimiento de América con réplicas de las naves originales. Su mayor tesoro son sus tres hijos, de 5, 7 y 9 años, y su mujer, con la que comparte su pasión por los viajes. Sin duda, Telmo de la Quadra Salcedo es el mejor heredero Miguel, el hombre que un día nos hizo soñar con conocer otros mundos.