Hugh Jackman: un lobezno abandonado por su madre
- El actor cuenta su trauma de la infancia
Hugh Jackman tiene más en común con Peter Pan que con Barbanegra, el papel que interpreta en Pan, la última adaptación del clásico. El australiano está en plena promoción y su estreno en España es el 9 de octubre. Lobezno' ha hecho varias declaraciones en las que asegura que su infancia fue similar a la del peronaje de Peter Pan. Jackman recuerda a sus 46 años cómo le afectó la ausencia de su madre.
"Yo era volátil. Mi madre se fue cuando tenía ocho años y mi ira no salió a flote hasta los 12 ó 13. Se desencadenó porque mis padres se estaban reconciliando y no lo hicieron. Todos esos años había estado conteniendo la esperanza de que lo harían", se lamenta.
El protagonista de X-Men admite que el deporte fue su verdadera vía de escape y que se mostró como un chaval temeroso porque se sentía impotente ante la situación. "Yo era el más joven (tiene cuatro hermanos mayores). Solía ser el primero en casa y estaba asustado de entrar. No podía entrar dentro de la casa por mi cuenta. Esperaba fuera, asustado, frustrado", confiesa Jackman. Más tarde llegaron los miedos a la oscuridad, a las alturas... Estos sentimientos no hicieron más que acrecentar su ira y, en ese momento, la religión fue el asidero para seguir adelante. "Solía ir a campamentos evangelistas. Cuando tenía unos 13 años tuve un presentimiento raro en el que yo estaba sobre un escenario", señala Hugh, para el que actuar es el mayor de los alivios. "A través de la actuación, soy capaz de encontrar ese nivel de felicidad y de paz, de calma y alegría", explica.