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Nueva York sigue resistiendo contra viento y marea
El mercado norteamericano sigue resistiendo como gato panza arriba. El bombardeo de malas noticias está siendo intenso, pero no puede derribarle. Si el miércoles fueron el bombazo de Merrill Lynch y las ventas de viviendas usadas, ayer fueron el nuevo récord del petróleo, los pedidos de bienes duraderos y las peticiones de subsidios.
El rayo de esperanza lo pusieron las ventas de viviendas nuevas, que subieron por primera vez desde abril.
Pero no hay manera. El Dow Jones recuperó todo lo perdido y cerró repitiendo por segundo día consecutivo. El S&P 500 cedió un mínimo 0,1%. Por el contrario, el Nasdaq sigue presentando la peor cara del mercado y prosiguió su corrección con otra caída del 0,86%.
Esta capacidad de resistencia a las malas noticias (y a un escenario técnico potencialmente bajista) es una clara señal de fortaleza que indica que, posiblemente, el impasse actual va a resolverse al alza en cuanto las noticias mejoren; por ejemplo, si la Fed cumple las expectativas de bajada de tipos la próxima semana.
En el campo empresarial, noticias dispares. Motorola mantuvo el buen tono de la tecnología y subió el 4,04%. Microsoft aguardó sus cuentas, publicadas tras el cierre, con un alza del 2,37%.
El barril, que el miércoles había dado por concluida su corrección, se vino arriba hasta un nuevo máximo histórico de 90,60 dólares, para cerrar en 90,46. El dólar siguió cayendo afectado por los pobres datos económicos, de forma que el euro alcanzó los 1,4318. Los bonos volvieron a subir en precio por la misma razón, con lo que su rendimiento bajó al 4,33%.