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¿Qué le está pasando al oro?

Ainhoa Giménez, Bolságora
28/08/2007 - 1:02

El metal no está actuando de refugio como en crisis anteriores, pero todavía queda mucho.

Los inversores más veteranos están muy sorprendidos por el comportamiento del oro durante la actual crisis, ya que no ha cumplido su papel tradicional de activo refugio en los momentos de inquietud en los demás mercados. Muchos habían apostado por el metal al comenzar los problemas en el mercado de crédito y, de momento, se han estrellado. ¿Qué está pasando?

Los expertos ofrecen varias explicaciones para este comportamiento inesperado. La principal es el fuerte cambio operado en el mercado del oro en los últimos años: éste ha crecido enormemente debido a la entrada de numerosos inversores institucionales, lo que ha disparado la volatilidad y ha provocado pautas distintas a las tradicionales. Los principales de estos inversores -los 'hedge funds'- buscan precisamente aprovechar los movimientos 'contraintuitivos' y, sobre todo, consideran al oro como un activo más, sin tener en cuenta sus particularidades históricas.

Otra posible explicación es que el precio del oro ya ha ido recogiendo desde hace meses los elementos teóricamente alcistas para el metal que encontramos en el escenario actual: la inflación global, los riesgos geopolíticos, la creciente demanda física de oro procedente de los países asiáticos, la caída del dólar y, por supuesto, la crisis financiera de los mercados de crédito mundiales. De hecho, el precio del oro se ha duplicado en los últimos cinco años anticipando todos estos problemas.

Una tercera explicación es que el oro se ve arrastrado en las crisis por la caída del resto de mercados. Es fácil de entender: cuando los inversores empiezan a sufrir fuertes pérdidas en otros activos, necesitan liquidez; y una de las fuentes de liquidez más relevantes para los inversores desesperados es el oro, así que venden las posiciones en el metal. Y esa necesidad de liquidez es mucho mayor cuando los grandes inversores están tan apalancados como en la actualidad y tienen una enorme presión para devolver los créditos con los que compraron los bonos o acciones que ahora se hunden.

El juego del oro no ha terminado

Entonces, ¿se ha terminado el juego del oro en los momentos de crisis? No necesariamente. Que el mercado haya cambiado tanto y que hasta ahora no se haya producido la correlación habitual no implican que no pueda retomarse en el futuro. Especialmente, si la crisis de crédito se agrava en las próximas semanas, como muchos analistas esperan. "Si la crisis se convierte en una catástrofe, el oro se beneficiará en último extremo, bien porque caerá menos en caso de deflación o porque subirá si las autoridades reaccionan creando inflación", explica John Nadler, analista del newsletter especializado Kitco.

Es decir, el comportamiento del oro dependerá de cómo se desarrolle la crisis. Según Mark O'Byrne, de GoldandSilverInvestments.com, será la actuación del Gobierno de EEUU y de la Reserva Federal la que "dicte si la recesión que viene será deflacionaria, hiperinflacionaria o una virulenta variedad de estanflación". El oro se comportaría de forma diferente en cada caso, de acuerdo con los precedentes. "El oro sería el activo de preferencia en un escenario de hiperinflación o de estanflación (estancamiento con inflación), como ocurrió en Alemania en los años 20 o en EEUU en los 70. En un escenario deflacionista, el precio del oro debería caer junto con la bolsa y a la vivienda, pero bastante menos que esos activos", explica este experto.

Como hemos dicho al principio, los precedentes no han funcionado hasta el momento en la crisis actual. Y no hay ninguna garantía de que vayan a hacerlo aunque la crisis se agrave, a la vista de los cambios operados en el mercado del oro. Pero si las cosas se ponen feas de verdad en todos los mercados financieros, es difícil encontrar a un experto que apuesta porque las mayores caídas se las va a llevar el metal.