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Los alcistas controlan el mercado: no dan tregua en Wall Street
El petróleo, disparado, tampoco logra que las caídas duren más de unas horas. Las tendencias alcistas no se ponen a prueba cuando los índices suben -eso es lo fácil-, sino cuando bajan. Entonces es cuando se demuestra la fortaleza real del movimiento.
Y en el espectacular 'rally' de Wall Street desde marzo, los índices lo han hecho de fábula en las correcciones. Tanto, que correcciones propiamente dichas no ha habido ni una.
Ayer volvimos a comprobar el control absoluto del mercado que ejercen los alcistas. La sesión comenzó a la baja, como en teoría tocaba después de la ruptura alcista del S&P 500 y del Dow Jones Transportes la semana pasada. Además, el nuevo batacazo chino y el subidón del petróleo apoyaban a los bajistas. Pero las caídas nunca fueron mucho más allá de un mísero 0,1%. Y, en cuanto los alcistas pisaron mínimamente el acelerador, los índices cerraron al alza.
El Dow Jones se anotó al final el 0,06% hasta un nuevo récord, y el S&P 500, el 0,18%, con lo que marca su cuarto máximo histórico consecutivo. El Nasdaq también se apuntó a las subidas, con un alza del 0,17%. Después de los visto ayer, lo normal sería que la escalada se retomara sin más tardanza. Todos sabemos que esto tiene que corregir en algún momento, pero parece que habrá que seguir esperando después del enésimo intento bajista fallido.
A pesar de que muchos analistas -incluidos los de Bolságora- consideran que China es la gran amenaza para los mercados mundiales, Nueva York demostró que, hoy por hoy, le preocupa bastante poco. Ya no estamos en febrero. Otro elemento teóricamente bajista al que se ha acostumbrado el mercado es el desplome de los bonos en precio, y subida de su rentabilidad. El viernes, el rendimiento del activo a 10 años llegó a superar el 5% por primera vez desde agosto del año pasado. Ayer se relajó hasta el 4,93%.
Más novedoso fue el subidón del petróleo, de 1,13 dólares hasta 66,21, animado por la amenaza de un ciclón en el Golfo Pérsico.
El dato económico más importante del día fue el de pedidos de fábrica, que subieron bastante menos de lo esperado (de ahí la reacción de la deuda). Por el contrario, fue revisado al alza el dato de inversión en capital de las empresas en abril. El dólar se mantuvo débil, de forma que el euro recuperó. Aun así, no pudo con los 1,35 dólares.
En el capítulo empresarial, la estrella fue Wal-Mart, que se disparó el 3,5% después de anunciar en su junta de accionistas una reducción de las inversiones y una mayor retribución del accionista. General Electric se anotó el 1% por un artículo de Barron’s en el que se propone la división de la compañía. Las operaciones corporativas regresaron después de un par de días de descanso: Palm vendió el 25% de su capital a un fondo de capital riesgo y se disparó el 9,2%, y Flextronics compró Solectron por 3.600 millones de dólares.