El famoso plan de la Casa Blanca para rescatar a los hipotecados subprime y evitar una oleada de desahucios masivos fue recibido ayer con euforia por los inversores. Los índices aceleraron las subidas del miércoles, de forma que el Dow Jones acabó con un alza del 1,3%, que llegó al 1,5% en el S&P 500 hasta el 1,6% en el Nasdaq, el mejor de la jornada.
El plan gubernamental provocó un alivio generalizado en el sector financiero, el más castigado por la crisis, ante las expectativas de que podrán salvar buena parte de los créditos que parecían condenados a ser amortizados. Así, AIG recuperó el 5,5%, la hundida Countrywide remontó el 16,1%,
Por supuesto, también animaron al mercado las crecientes expectativas de que la bajada de tipos de la Fed será de medio punto y no de un cuarto como se descontaba hasta ahora.
Con estos elementos positivos, el mercado se olvidó de que las peticiones semanales de subsidios de paro alcanzaron máximos de dos años, en vísperas del crucial dato de empleo de noviembre que se conocerá hoy. Y de un profit warning de la cadena de almacenes Target. Tampoco importó que el petróleo rebotara 2,74 dólares tras su reciente batacazo y recuperase los 90 dólares.
El dólar recayó frente al euro después de que el BCE se reafirmara en su intención de no caer en la trampa de la Fed y aguantar sin bajar los tipos. La divisa europea recuperó hasta 1,4628 dólares. Los bonos cayeron en precio como reacción al plan de rescate hipotecario y a las subidas de la bolsa; su rentabilidad recuperó el 4%.