Bernanke toma la postura menos arriesgada: reconoce la crisis, pero niega que vaya a hacer nada . La esperadísima reunión de la Reserva Federal se resolvió de la manera que esperaba la mayoría del mercado. En consecuencia, el impacto en Wall Street fue pequeño, y los índices acabaron con ligeras alzas que incrementan el fuerte rebote del lunes.
Si quieren algo más detallado, la reunión de la Fed se saldó sin un cambio sustancial en el comunicado. Bernanke se limitó a reconocer que han aumentado los riesgos para el crecimiento: la volatilidad de los mercados financieros, el endurecimiento de las condiciones de crédito y la continua corrección inmobiliaria. Pero insistió en que la economía seguirá creciendo en los próximos trimestres por la fortaleza del empleo y de la economía global.
Por el contrario, el comunicado mantuvo como principal riesgo la inflación, que sigue sin ver controlada. Es decir, Bernanke dejó claro que no piensa correr al rescate de Wall Street. Según los expertos, era la solución menos arriesgada. Haber dado pistas de que bajará los tipos si la crisis de crédito empeora habría introducido una clara distorsión en el mercado –la gente podría seguir comprando con la tranquilidad de que la Fed evitará un desplome- e incluso podría haber sido contraproducente: podría haber provocado el pánico al lanzar un mensaje de que la crisis es mucho más grave de lo que parece.
La reacción inicial del mercado fue un brusco giro bajista. Pero enseguida se frenó, e incluso el Dow Jones llegó a rebotar 100 puntos. Finalmente, redujo de nuevo este rebote hasta el 0,26%, con lo que el índice cerró en 13.504,3 puntos. El S&P 500 y el Nasdaq mantuvieron una subida mayor: del 0,62% y del 0,56%, respectivamente.
Aparte de la reunión de la Fed, ayer se publicaron unos datos de costes laborales y productividad que salieron mucho peor de lo esperado, lo que supone nuevos riesgos inflacionistas. En el mundo empresarial, General Motors vendió Allison Transmisión por 5.600 millones.
En otros mercados, los bonos vivieron los mismos vaivenes que la bolsa para acabar sin apenas cambio, con su rentabilidad en el 4,74%. El dólar sí reaccionó a la reunión de la Fed con fuertes subidas, con lo que el euro cayó hasta 1,3747 dólares. El petróleo rebotó tras la fuerte corrección del lunes, hasta 72,20 dólares.