La reacción alcista del miércoles volvió a frenarse ayer en Wall Street. El frenazo contó con la misma excusa que la caída de principios de semana: los malos datos económicos conocidos ayer. Exactamente igual que el tirón del miércoles había tenido detrás unas cifras de PIB y un Libro Beige mejores de lo esperado.
Ya saben, vivimos en la montaña rusa de los datos económicos en EEUU, que se contradicen constantemente. Los inversores no saben a qué carta quedarse y, en esas circunstancias, se decantan por la prudencia (vale, hace unos meses, el escenario también era muy incierto y la bolsa subía... pero la ganancia acumulada no era tan grande como ahora).
La lectura alcista de lo ocurrido ayer es que los índices se repusieron de las caídas que sufrían al principio de la sesión. Aunque también es verdad que llegaron a subir pero cerraron prácticamente planos: el Dow Jones bajó un mínimo 0,04%, el Nasdaq cedió el 0,02% y el S&P 500 subió el 0,8%. En todo caso, si los malos datos no son capaces de provocar esta vez caídas, lo más probable parece una continuidad alcista.
Esta vez, las malas noticias económicas vinieron por el índice industrial PMI de Chicago, que cayó inesperadamente por debajo de los 50 puntos, lo que indica contracción de la actividad. Además, se conoció que el consumo personal subió más de lo esperado en octubre, aunque el famoso índice de precios que acompaña a este dato (el PCE) subió más de lo esperado en tasa subyacente hasta el 2,4%. Si sólo nos quedamos con estos dos datos, tenemos un escenario de ralentización económica con tensiones inflacionistas.
Tampoco ayudó a la bolsa la continuidad del desplome del dólar, que permitió al euro marcar máximos de 20 meses en 1,3274 dólares. Ni el petróleo, que superó los 63 dólares. Finalmente, los bonos recibieron el flojo PMI con un rally de los precios y un batacazo de las rentabilidades hasta el 4,458% en el activo a 10 años, mínimo de 11 meses.
En cuanto a las empresas, Wal-Mart dio unas flojas previsiones de ventas en diciembre, y General Motors vio cómo continuaban las ventas de Kira Kerkorian; ambos valores bajaron con fuerza. Por el contrario, Pfizer se anotó el 1,6% tras elevar sus expectativas.