Los acontecimientos se suceden a toda velocidad en los mercados bursátiles del mundo, que viven momentos decisivos para la configuración del mapa definitivo de la concentración en el sector. Y en este baile los mercados norteamericanos han tomado claramente la delantera.
¿Ventajas de no haber sido nunca monopolios, como los europeos, sino haber vivido siempre en competencia?
Deutsche Börse (Francfort) dio el pistoletazo de salida la semana pasada: dio por imposible un pacto franco alemán -a pesar del apoyo de los Gobiernos nacionales y de la UE- y retiró su oferta por Euronext (Partís, Ámsterdam, Bruselas y Lisboa). Esta retirada dejaba el camino libre a la oferta competidora del Nyse (Bolsa de Nueva York) por Euronext, que apoyan los gestores del mercado paneuropeo.
Al día siguiente llegó el bombazo: seis de los mayores bancos de inversión del mundo -Goldman Sachs, Citigroup, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Crédit Suisse, Deutsche Bank y UBS- anunciaban la creación de una plataforma de negociación alternativa que pretende unos costes más bajos y una ejecución más rápida que los de los viejos monopolios europeos. Esta plataforma evidencia claramente la necesidad de los mercados actuales de ganar tamaño y de reducir sus costes para incrementar su competitividad.
El siguiente paso en esta batalla se dio ayer: el Nasdaq norteamericano lanzó una nueva OPA sobre Londres (LSE), después de que el mercado británico rechazara una oferta anterior en marzo. La nueva oferta llega como reacción a esta plataforma y a la victoria de su eterno rival, el Nyse, en Euronext. Y valor al LSE en 5.100 millones de dólares, el 54% más que la oferta de marzo. El consejo londinense volvió a rechazarla, pero el mercado cree que esta vez puede tener éxito, o bien que puede haber una contraopa: la acción subió el 5,9% en Londres.
Pero el movimiento no se da sólo en Europa. El gran acontecimiento en EEUU ha sido el debut del Nymex, el mercado de materias primas de Nueva York, con una subida superior al 100% en el primer día; algo que no se veía desde Google. Este subidón ha disparado la capitalización del Nymex hasta 12.000 millones de dólares, lo que le convierte en el tercer mercado de EEUU por tamaño bursátil, por detrás del CME (que también está en proceso de fusión con su eterno rival en el campo de los futuros de Chicago, el CBOT) y del Nyse.
Con este tamaño, la percepción del Nymex ha cambiado radicalmente: ha pasado de claro candidato a ser comprado por los gigantes del sector a un posible comprador. Lo cual mantiene en tensión a todo el sector, que sigue eufórico. Por eso, las valoraciones empiezan a estar disparadas a pesar del fuerte crecimiento de los beneficios: el CME cotiza con un PER de 50 veces sus beneficios previstos, y el PER del Nymex alcanza las 100 veces.
Mientras continúen estos movimientos y los rumores de otros nuevos, es poco probable ver una caída del sector en bolsa. Y lo que está claro es que el movimiento no se va a detener hasta que culminen unos cuantos acuerdos de compra o fusión. Estamos en el momento decisivo, y el que se quede fuera lo pagará caro. No lo decimos por nadie.