Desde el año 2003, todos los intentos bajistas, por muy violentos o duraderos que hayan sido, no han perdurado.
Desde el año 2003, todos los intentos bajistas, por muy violentos o duraderos que hayan sido, no han perdurado, incluido el del 11-M. Esto ha fortalecido la tendencia que siempre ha rebotado posteriormente con gran alegría. En este sentido, ahora tampoco se puede descartar ni otro intento fallido ni el que los índices no vayan a llegar más lejos en su caída de lo que lo hicieron la semana pasada. Pero esta vez hay más argumentos para pensar que el entorno de los mercados se presta a una corrección de mayor magnitud. Hoy vamos a tratar de entender por qué 2006 es distinto y mañana examinaremos varios escenarios posibles. Las grandes diferencias entre 2006 y los 3 años anteriores son las siguientes:
- El ciclo económico está maduro, principalmente en Estados Unidos. La enseñanza del pasado nos permite afirmar que los finales de ciclo son siempre propicios a la preocupación de los inversores y a la volatilidad de los precios.
- Las empresas acumulan tres años de crecimiento excepcional en los beneficios y en los márgenes de explotación. Un inversor puede legítimamente preguntarse si el movimiento es sostenible.
- La economía mundial ha funcionado entre 2003 y 2005 apoyándose en el binomio consumidor americano/productores asiáticos. Europa y Japón se mantenían fuera de juego. 2006 es el año del reequilibrio. Se trata por lo tanto de una transición importante que genera muchas incertidumbres sobre el crecimiento global, el ciclo de las materias primas y las divisas.
- Por primera vez desde el final de los 80 los bancos centrales del mundo entero están comprometidos con políticas monetarias más o menos restrictivas pero orientadas todas en la misma dirección. Aunque haya liquidez en los mercados como consecuencia de los excesos anteriores, los inversores cambian sus comportamientos y las primas de riesgo aumentan para los activos más especulativos. Los tipos de interés vuelven a ser un tema importante en una previsión de medio plazo, lo que pesa sobre la rentabilidad de los bonos.
En una versión “light”, los mercados financieros tienen buenas razones para descansar y retomar aire antes de emprender de nuevo una senda alcista. En una versión “heavy”, podrían anticipar un fin de ciclo doloroso después de tres años de crecimiento excepcional. Nos parece ahora el escenario más probable. Veremos en los próximos días dónde está la frontera entre corrección y depresión.