La que parece la gran operación bancaria del año, la opa de Barclays sobre el holandés ABN Amro -que debe confirmarse hoy- puede desatar un efecto dominó de consecuencias insospechadas, con alcance trasatlántico. En esta cascada, está llamado a tener un papel protagonista Bank of America, el mayor banco de EEUU en pugna con Citigroup.
La cuestión es que Bank of America (BAC.NY) siempre ha estado interesado en Barclays (BARC.LO). Y es uno de los poquísimos bancos del mundo con capacidad financiera para adquirir al tercer banco británico. Sin embargo, el gigante ha preferido hasta ahora centrarse en consolidar su negocio en EEUU -donde también ha acometido adquisiciones, de menor tamaño- y ha aplazado la decisión sobre Barclays.
Ahora se le ha acabado el tiempo. Con la opa sobre ABN Amro (AABA.AM), los americanos tienen que reaccionar rápido si de verdad están interesados en Barclays. "Es ahora o nunca, deben hablar ahora o callar para siempre", sentencia un analista de la firma Fox-Pitt.
Citigroup también tendría dimensión suficiente para comprar el banco inglés, pero esta entidad siempre ha negado este interés y ha reiterado que su prioridad son los mercados emergentes. También tendrían recursos suficientes entidades como JP Morgan. Wachovia o Wells Fargo, pero ninguna tiene una red minorista en Europa. Por ello, la compra de Barclays supondría un gran salto de dimensión y de estrategia que no puede adoptarse de un día para otro, lo que hace difícil que ninguno de ellos se lance al ruedo.
Este escenario tiene otra implicación: es muy arriesgado ponerse corto (bajista) en Barclays, como sería lo lógico en esta situación; los fondos que hacen arbitraje corporativo suelen ponerse alcistas en las presas y bajistas en los depredadores, a los que el mercado suele castigar a corto plazo. Sin embargo, la posibilidad de una opa sobre sí mismo puede impedir la caída del valor, como ya sucedió ayer.
Otra posibilidad que se maneja en Wall Street es que Barclays efectivamente lance su oferta sobre ABN pero que ésta fracase, lo cual dejaría a los ingleses en una posición de enorme vulnerabilidad a una opa hostil. Otras explicaciones para la fortaleza de Barclays ayer en bolsa son que su baja valoración ya descontaba el riesgo de que hiciera una gran adquisición, o que el mercado piensa que el potencial de reestructuración de ABN es tan grande que cualquier banco que lo compre va a rentabilizarlo. Ahí está el precedente de la compra de Abbey por Santander.
Los atractivos de Barclays para un banco norteamericano son su liderazgo mundial en ETFs (fondos cotizados), el activo de moda y con mayor crecimiento en EEUU; su prestigioso negocio de renta fija, que vendría muy bien a Bank of America; su división de banca de inversión en general, que se ha hecho cada vez más fuerte bajo la presidencia de Bob Diamond; y su tamaño, suficientemente grande para hacer adquisiciones como la de ABN pero también muy atractivo para ser comprado.