El mercado no se lo reprocha: demostrar un crecimiento progresivo tanto en beneficios, como a través de adquisiciones parece suficiente, y los inversores asumen como normal que los gigantes de la tecnología no repartan dividendo.
Y no es que no puedan hacerlo: las mayores compañías del sector, Apple, Google y Cisco no tendrían que repartir ni un céntimo de sus beneficios para retribuir al accionista, ya que todas ellas cuentan con un nivel fuerte de tesorería que va, desde los más de 40.000 millones de dólares que posee Apple en caja, hasta los casi 24.000 millones que atesora Cisco.
Pero puede que esto comience a cambiar. Si, en su día, Microsoft tuvo que plantearse la retribución (comenzó a hacerlo en 2003), Cisco podría ser la siguiente en convencerse de la importancia de repartir parte de lo que genera su negocio. Así lo dejó entrever el director financiero de la compañía Frank Calderoni en una entrevista al periódico on-line estadounidense The Street: "el dividendo está entre nuestros planes de futuro".
Además, el hecho de repartir un dividendo no haría a Cisco (ni a Apple o Google) menos competitivo respecto a sus comparables, puesto que no tendría que echar mano del beneficio de casi 9.000 millones de dólares que se espera para este ejercicio. Es más, si decidiese llevar a cabo una política de retribución similar a la de Microsoft, (que repartirá con cargo a 2010 0,52 dólares por acción), tan sólo necesitaría en torno a 3.000 millones de dólares de su caja. Es decir, con los 20.800 millones que le sobrarían podría lanzarse a una adquisición del tamaño de Adobe o Activission Blizard, sin ni siquiera necesitar financiación de ningún tipo.
Casualidad o no, los expertos han comenzado a elevar la valoración de Cisco. Sólo en la última jornada las firmas de inversión han incrementado su precio objetivo en un 7 por ciento, hasta situarla en los 31 dólares. Fijado ese techo, la compañía tiene por delante un 21,4 por ciento de revalorización por delante.
¿Y si Apple siguiese sus pasos? La compañía que preside Steve Jobs, incluso repartiendo un dividendo similar al de Microsoft, seguiría contando con más de 41.000 millones de euros libres en su tesorería. Una posición financiera que le permitiría, ni más ni menos, que adquirir de un sólo plumazo a su principal competidor, Research In Motion, el creador de la BlackBerry, sin depender de ninguna entidad financiera.
Las tecnológicas, junto con las compañías industriales y de consumo, son los sectores por los que los expertos recomiendan entrar en renta variable estadounidense en este momento. Tanto Cisco, como Apple y Google mantienen la recomendación de compra por parte de un amplio consenso de firmas de inversión que siguen estos valores.
Pero junto a ellas se encuentran además, como las más recomendadas por los expertos, dos grandes firmas que sí reparten dividendo: Intel y Oracle. De la primera se prevé incluso un incremento en su retribución con cargo a los resultados de 2010, de 0,63 dólares, frente a los 0,56 dólares que repartirá este ejercicio. Para Oracle se espera un dividendo bruto de 0,20