La victoria de Shinzo Abe en las recientes elecciones japonesas augura una continuidad de su programa de crecimiento económico y de su política monetaria, más proclive a mantener los estímulos que a ir reduciéndolos.
No ha habido sorpresas en las elecciones japonesas, donde el Partido Liberal Demócrata de Shinzo Abe y su socio Komeito han conseguido revalidar su amplia mayoría al conseguir dos tercios de los escaños en el Parlamento nipón, y esa falta de sorpresa ha sido más que celebrada por el índice Nikkei. En la jornada posterior a las elecciones, el principal índice japonés cerró con un alza del 1,11% en la que fue su decimoquinta jornada consecutiva al alza, la mayor racha alcista de toda su historia.