La fiesta alcista que celebra Wall Street ha cerrado la sesión con nuevos hitos. El S&P 500 ha revalidado sus máximos históricos que también ha alcanzado el Dow Jones mientras que el Nasdaq ha logrado ponerse en positivo en el año.
Si el lunes el S&P 500 cerraba en máximos históricos, una condición que ha logrado revalidar en la jornada, durante la sesión el Dow Jones ha conseguido romper su nivel más alto de la historia, lo que no ocurría desde mayo de 2015, aunque el Nasdaq 100 aún se queda a un 3% de esa cota y a tiro de piedra de ponerse en positivo en el año.
El selectivo que sí que ha logrado dejar atrás los números rojos que arrastraba desde que el inicio de año fuera el más bajista de la historia ha sido el Nasdaq Composite. En concreto, el índice estadounidense se ha revalorizado en la sesión un 0,69%, hasta los 5.022,82 puntos, lo que le lleva a sumar en 2016 un 0,31%.
En cualquier caso, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, avisa de que "estamos hablando de una zona de resistencia tan importante que consideramos que al menos exige un cierre semanal por encima de la misma para que podamos hablar de que ambos índices han entrado de nuevo en subida libre absoluta".
Con todo ello, el Dow Jones ha cerrado en los 18.347,67 puntos tras revalorizarse en la sesión un 0,66% mientras que el S&P500 ha hecho lo propio un 0,7%, hasta los 2.152,14 puntos. El Nasdaq 100, por su parte, ha terminado el martes en los 4.577,61 puntos al anotarse una subida del 0,5% que reduce su caída en 2016 a sólo el 0,34%.
Es su lejanía con las incertidumbres que asolan a Europa, las consecuencias del Brexit y la solvencia de la banca italiana, uno de los motivos que está dando alas a la renta variable yankee. Kim Cramer Larsson, analista técnico de Saxo Bank, señala que "a pesar de sus múltiplos de valoración elevados, probablemente obtengan mejores rendimientos debido a su estatus de refugio". Es por ello que, mientras que en EEUU las alzas se imponen en 2016, las plazas europeas siguen teñidas de rojo. Aun así, Hernán Sánchez, de CMC Markets apunta a la importancia de estos máximos ya que "pueden influir positivamente en Europa porque el S&P suele actuar de guía".
Pero no sólo este carácter de refugio está logrando el brillo en EEUU. Victoria Torre, analista de Self Bank, estima que "se han incrementado las esperanzas sobre la reactivación de la economía norteamericana". A lo que contribuye el dato de empleo presentado el viernes. En concreto, EEUU registró en junio su mejor dato desde otoño al crear 287.000 puestos de trabajo, frente a las expectativas que esperaban 180.000 empleos. Pese a estas cifras, el mercado no espera que la Fed incremente tipos hasta septiembre de 2017, lo que ayuda a la bolsa al mantener bajo el precio del dinero. Daniel García, de XTB, señala que "los resultados empresariales ayudan a la convicción de que el crecimiento es real, lo que junto con el descarte de una pronta subida de tipos llevan a la bolsa a máximos". Aun así, Estefanía Ponte, de BNP Paribas, concluye con que, aunque la macro de Europa también es buena "la incertidumbre del Brexit y la banca italiana está pesando sobre nuestros índices".
Precisamente, el posible rescate que se espera para la banca italiana es lo que ha logrado que el sector bancario apoye el rebote que durante cuatro días se vive en las plazas del Viejo Continente. En el caso del Ibex, el avance en estos días ha sido del 7,3%, lo que le separa sólo un 4,2% del nivel previo al Brexit. "Cerrar el hueco bajista que se abrió en la jornada del pasado 24 de junio es lo que exigimos de cara a poder confiar que comienza a tomar cuerpo el escenario de reestructuración alcista que venimos defendiendo desde hace meses", señala Cabrero.
Las pérdidas se las lleva el yen
La divisa japonesa ha arrancado la semana con importantes descensos, después de conocerse la reelección de Shinzo Abe como primer ministro del país nipón, y anunciar este que la economía seguirá siendo una de sus prioridades, y destacar la posibilidad de añadir nuevos estímulos económicos en el país. En concreto, Abe destacó que va a ordenar a sus ministros preparar planes orientados a incrementar la demanda doméstica en el país. Así, la posibilidad de más estímulos en Japón -el banco central ya mantiene un programa de compras de deuda-, junto con las subidas que ha experimentado la bolsa en los dos primeros días de semana, ha llevado al yen a caer casi un 4,2% desde el lunes, la mayor caída en dos días desde noviembre del año 2014.
Hoy ha sido la moneda más bajista de la jornada entre las diez divisas con más volumen de negociación del mercado, cayendo en torno a un 2% frente al dólar, después de cerrar la jornada del lunes con pérdidas del 2,2% en ese cruce. En este momento el dólar cotiza en 104,9 yenes, un alto que no se veía desde el pasado mes de junio.
El crudo rebota un 4%
Al margen del yen y las divisas, la sesión ha estado marcada por los avances que ha experimentado el petróleo. Tanto el Brent como el West Texas ganaron más de un 4%, recuperando parte de lo perdido durante las últimas sesiones.
El anuncio que ha llevado a cabo la Organización de los Países Exportadores de Petróleo -OPEP-, de que estima que en 2017 continúe el equilibrio en el mercado gracias al aumento de la demanda, ha podido llevar al mercado a comprar petróleo, olvidando algunas estimaciones que apuntan ya a que la sobreoferta ha regresado en el mercado de oro negro.
Al margen del crudo, el oro fue la segunda materia prima más bajista de la sesión, con descensos que tocaron el 1,6%. La subida que experimentaron las bolsas durante la sesión lastraron el atractivo del metal como refugio.