Los principales índices de Estados Unidos cerraron con pérdidas la semana. El que peor comportamiento registró fue el Dow Jones que encadenó siete jornadas consecutivas de pérdidas, la racha de caídas más prolongada desde finales de 2007, lo que le hizo que sus números rojos desde que arrancó el año se eleven hasta superar el 2,5%. Así, el índice perforó su soporte crítico situado en los 17.400 puntos básicos tras ceder en la semana un 1,79%, lo que le llevó a cerrar en los 17.373,38 puntos. Sin embargo, el S&P 500 se aproximó a su soporte de los 2.040 puntos aunque no llegó a alcanzarlo.
Según Juan José Martínez San Juan, jefe de estrategia de JMKapital, asegura que el nivel a vigilar son "los 2.040 puntos del S&P 500 ya que es la línea divisoria que separa una situación lateral alcista de una potencialmente bajista". Además, el analista sugiere que "si el S&P perforase su soporte crítico, la virulencia de las caídas podría ser muy intensa debido a la duración que está teniendo la situación técnica lateral".