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El aterrizaje de China en la aviación civil no minimiza el oligopolio de Airbus y Boeing

Daniel Yebra
7:00 - 5/02/2015

En nuevo intento de reducir la dependencia de la tecnología extranjera, el Gobierno chino apostó hace años por la fabricación de sus propias aeronaves para uso comercial ante el fuerte incremento que se prevé en el número de pasajeros aéreos en los próximos años dentro del gigante asiático. Para ello, creó la COMAC (corporación de aviones comerciales de China en su traducción del inglés), que ya ha conseguido la licencia de vuelo de su país para el modelo de alcance regional ARJ-21 y que trabaja en un jumbo, el C919, de características similares a las diferentes variantes del A320 de Airbus y del 737 de Boeing, las aeronaves de medio alcance más demandadas del mercado.

A corto y medio plazo, la irrupción de China en la aviación civil "no es una amenaza relevante" para los grandes fabricantes mundiales, explica Arancha Piñeiro, analista de Banco Sabadell, con quien coincide Joseph B. Nadols, de JPMorgan, en un informe reciente: "El C919 no parece preparado para eclipsar a Boeing (BA.NY) y Airbus (EAD.PA)". Sin embargo, los 450 pedidos que la COMAC ya ha recibido del C919 y los 278 del ARJ-21 (principalmente de aerolíneas y empresas de alquiler chinas) son ya un pequeño mordisco a las 3.750 aeronaves que según un informe del propio organismo demandará el mercado chino hasta el año 2029.

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