Situación de corto plazo:
No observamos cambios dentro del proceso de corrección que definen las principales bolsas europeas a lo largo de las últimas sesiones, que está sirviendo para aminorar la sobrecompra acumulada y ajustar parte del movimiento alcista iniciado el pasado 8 de agosto. Esta corrección no debería poner en peligro la tendencia alcista ni la capacidad del mercado de seguir subiendo en cuanto concluya este proceso.
En el chart adjunto mostramos la hipótesis con la cual trabajamos, concretamente aquella que defiende la posibilidad de que la corrección conste de dos tramos. La caída de las últimas sesiones sería la primera parte de este movimiento por lo que no nos sorprendería que tras un intento de retomarse las alzas viéramos una nueva caída que provocara nuevos mínimos decrecientes en la consolidación. Es ahí cuando podrían buscarse entradas agresivas con buenas ecuaciones rentabilidad riesgo en muchos títulos europeos y en el mismo Eurostoxx 50.
Si en el IBEX 35 hemos hablado de un soporte clave en los 10.600 puntos en el caso del Eurostoxx 50 el soporte análogo, cuya cesión no tendría mucho sentido en un contexto de fortaleza y de mayores alzas, se localiza en los 3.130/3.150 puntos.
Situación tendencial:
La vela mensual de agosto sugiere que los mínimos vistos ese mes en los 2.977 puntos son un soporte clave en tendencia, de cuyo mantenimiento depende que no se vea amenazada seriamente la tendencia alcista que define el Eurostoxx 50 a lo largo de los últimos dos años. Operativamente, la vela de agosto invita a considerar la posibilidad de que un eventual proceso correctivo sea una oportunidad para volver a aumentar la exposición a la renta variable europea.