La debilidad de las bolsas se manifestó en el cierre semanal con la pérdida de soportes en Wall Street que abre la puerta a un escenario correctivo que ya señalábamos en las últimas semanas. Europa, por su parte, consiguió mantener el primer nivel técnico importante en pie con una sesión mixta en el viernes e intenta agarrarse a su tendencia alcista de fondo.
La jornada del viernes ha dado por clausurado el rally de verano de 2014 en la bolsa. Hasta esta semana, Europa había cerrado cuatro semanas consecutivas de ascensos y Wall Street, cinco. Sin embargo, la última sesión puso sobre la mesa un posible giro del mercado. La pérdida de soportes del Dow Jones (los 17.000 puntos) y del Standard & Poor's (1.990 puntos) plantea un nuevo escenario en el que la consolidación podría convertirse en corrección.
Ni siquiera los sólidos datos de ventas minoristas y de confianza en EEUU consiguieron animar las bolsas durante la jornada del viernes. Y eso que el indicador de consumo marcó su séptimo mes consecutivo de avances y también su mayor subida mensual desde abril. Por su parte, la Confianza de la Universidad de Michigan alcanzó 84,6 puntos, el segundo mejor dato desde el estallido de la crisis financiera, hace casi seis años.
En Europa, el debate se mantiene en pie entre "continuar con la fase de reacción que desarrollan estas últimas sesiones o retomar la senda alcista", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Seguimos entendiendo que tras la actual fase de reacción, que sirve para aminorar la sobrecompra y ajustar parte del rally alcista iniciado en los mínimos del pasado 8 de agosto, todo apunta a que las alzas van a tener continuidad", indica el experto.
La semana que viene tendrá un gran impacto en los mercados, principalmente por dos acontecimientos. El primero, el referéndum sobre la independencia de Escocia, que se celebrará el próximo jueves y que podría crear una situación extraordinaria en los mercados y en la economía. Horas antes del referéndum en el país se conocerán las resoluciones de la reunión de la Reserva Federal. Los líderes de la entidad decidirán su nueva política monetaria y revisarán su cuadro de previsiones macro. Entre sus novedades, actualizarán sus estimaciones de los tipos de interés oficiales para los próximos años, lo que dará idea del camino que van a seguir en la entidad para normalizar su política monetaria.