Situación de corto plazo: Decíamos ayer que las inmediaciones de los 7.600 debían dejar al mercado claramente sobrevendido a muy corto plazo y en condiciones de forzar un pull-back; pero quizá debimos usar un podrían dejar. Y es que no contábamos con un deterioro del EuroStoxx 50 en ese momento. O al menos no con uno del calibre que se podría estar poniendo sobre la mesa; y que con volúmenes como el negociado en el día de ayer invita a no querer ser el primero en entrar olvidando la existencia de extensiones de onda. El objetivo mínimo de la pauta de cabeza y hombros que se confirmaba bajo los 8.100 puntos proyecta a los precios bajo los mínimos del ejercicio pasado en el caso del IBEX 35 contado, pero en realidad la zona de soporte está precisamente ahí, bajo éstos, porque es el nivel que coincidiría con los 14.750 puntos que detuvo el pasado setiembre el desplome del índice en su versión total return. Situación tendencial: La ruptura de soportes clave en el IBEX 35 deteriora significativamente nuestras expectativas de medio plazo. La idea de que las velas mensuales desplegadas en setiembre/octubre del pasado ejercicio debían forzar rebote han cristalizado suficientemente, pero derivando más en un movimiento de amplio rango lateral que en un cambio de tendencia.