Es una las más rentables de nuestra cartera española y, en breve, podría recibir un empujón adicional por el lado de la calificación crediticia. S&P no lo descarta.
En cinco años pueden pasar muchas cosas. En el mundo empresarial, quizás a un ritmo más frenético. Y si no, que se lo digan a Repsol. La petrolera de hoy poco tiene que ver con la de 2006. Entonces, la espectacular mina de oro -aunque de oro negro- hallada en Brasil por la española ni siquiera podía ser prevista, o la entrada de un socio estratégico como Sinopec en el capital de la filial carioca de Repsol podía ser imaginable. Incluso, las previsiones de beneficio que ahora manejan los analistas para la española podrían parecer entonces una utopía.