Existen tres posibles escenarios. Que sorprenda positivamente y empuje a la bolsa. Que lo haga negativamente, o que nos deje un sabor agridulce y sea el mercado el que decida (como siempre).
No quisiera ser hoy Jean Claude Trichet (igual otro día...). Probablemente esta sea una de las citas más complejas para el banquero central más duro de los que dominan la política monetaria de las economías occidentales.