Una serie de acontecimientos desalentadores -las tensiones en Corea, la renovada crisis de la deuda europea o las acusaciones de información privilegiada a varios hedge funds- han expulsado de nuevo a los inversores de la bolsa, lo que plantea la posibilidad de que el rally de este año haya terminado aunque el mercado todavía nos pueda traer un par de buenas noticias.
Las expectativas de una compra masiva de bonos por parte de la Fed provocaron una subida del 17% entre el 26 de agosto y el 5 de noviembre, dos días después de que el banco central confirmara la segunda parte del Quantitative Easing. Pero el mercado se ha enfriado claramente desde entonces: el S&P 500 ha caído un 3% desde entonces, aunque todavía gana más del 7% en el año.
Ahora que las alabanzas al QE2 se han vuelto duras críticas, los problemas europeos cada vez más graves (apuntando claramente a España) y las hostilidades entre Corea del Norte y del Sur han convencido a los inversores de que el mercado tiene el viento en contra.
"Sobre la base del momentum y del exceso de optimismo registrado en los recientes máximos, parece probable que las acciones tomen una senda bajista, al menos hasta fin de año", opina David Rosenberg, estratega de la firma Gluskin Sheff. A su juicio, hay cinco factores que actúan en contra del mercado: el endurecimiento monetario en China, el fracaso de los planes de rescate de la deuda europea, la austeridad fiscal con el nuevo Congreso en EEUU, la subida de los combustibles y las dudas sobre si se prolongarán las rebajas fiscales de Bush.
Un agravamiento de cualquiera de estos elementos podría provocar mayores caídas. Además, contradice la visión generalizada de que estamos en un mercado alcista cíclico y considera que el mercado lleva prácticamente todo el año en un lateral. Después de tocar los soportes en julio, alcanzó las resistencias en noviembre y ahora volverá a la parte baja del rango. Y habrá que ver si el soporte vuelve a resistir.
"La deuda soberana es la clave, Si la crisis se extiende de Irlanda a Portugal y de ahí a España, y el dólar se fortalece cada día frente al euro, va a ser muy difícil que suban las bolsas", opina Art Hogan, director general de Jefferies. No hay que olvidar el precedente de la primera crisis de la deuda europea en abril, cuando el mercado se hundió hasta hacer suelo en julio.
En el lado positivo, hay quien espera una mejora del consumo en las Navidades precisamente gracias al reciente rally de la bolsa, ya que la gente siente que tiene más dinero para gastar. Y un acuerdo sobre la prolongación de las rebajas fiscales sería muy bien recibido por el mercado.