La principal autoridad monetaria de Inglaterra comunicó en su informe trimestral de inflación que el IPC -Índice de Precios al Consumo- seguirá subiendo, incluso que podría superar el 2%.
Esta situación ha generado ventas generalizadas en los bonos ingleses, sobre todo en los que tienen caducidad a 10 años. La rentabilidad de estos títulos se disparó desde el 2,97% del viernes pasado al 3,15% en el que cotiza actualmente.