Tras los últimos datos de empleo conocidos el 3 de septiembre, la tendencia en las ventas de bonos considerados refugio persisten. Y se buscan oportunidades en una bolsa especialmente barata. Esta situación ha llevado a la rentabilidad de los bonos japoneses hasta máximos de junio -cotiza en el 1,19%-, mientras que los estadounidenses cotizan en niveles de mediados de agosto -en torno al 2,67%-. Bolságora, como mínimo, aconseja cubrir las posiciones en deuda pública. Ellos lo han hecho. Y han elevado el peso de la renta variable al 60%.
El mercado ha encontrado algo de luz en la evolución de la economía estadounidense y se aferra a ello sin pensarlo demasiado. Los últimos datos de empleo conocidos en EEUU y la actividad manufacturera -ambos fueron mejor de lo previsto- han mitigado el temor de que se produjera en la primera economía mundial una nueva recesión económica.