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Recomiendo cerrar Trigano salvo que se asuma un stop en los 94,40 euros

Las tres razones por las que Trichet hace bien en no cantar victoria

Pedro Calvo
5/08/2010 - 15:55 | 16:27 - 5/08/10
Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), hoy en Frankfurt. Foto: Reuters

El presidente del BCE ha insistido hoy en varias ocasiones en que se muestra "satisfecho por la mejoría de los datos económicos", pero ha matizado que "no canta victoria". Hace bien. Sobran motivos para seguir siendo prudentes.

Jean-Claude Trichet ha comparecido con el semblante más relajado de los últimos meses. No es para menos. Llegaba aliviado por una economía que "se fortaleció en el segundo trimestre" y "unos datos mejor de lo esperado en el tercero". Además, la crisis soberana se ha atemperado. Pese a ello, ha insistido en que no se puede "cantar victoria". Esta prudencia resulta clave en un contexto que el banquero galo ha definido "incierto" y que, sobre todo, esconde tres riesgos fundamentales para el futuro la región:

1. El euro: de aliado a freno

La mejoría a la que ha hecho referencia Trichet proviene, fundamentalmente, de Alemania. Y no es casual que haya sido así, porque la locomotora germana, así como otros "eurosocios", se han beneficiado de la deriva bajista registrada por el euro en el segundo trimestre del año. En ese periodo, la moneda única se depreció un 9,4% y llegó a caer hasta los 1,187 dólares, su cambio más bajo contra el "billete verde" desde 2006. Como su debilidad se extendió a otras divisas, como el yuan chino o el real brasileño, el respaldo proporcionado por el euro a las exportaciones europeas ha sido evidente.

Pero el euro se ha dado la vuelta. Acumula una apreciación del 11 por ciento con respecto al dólar en los dos últimos meses, un viraje que, por añadidura, le ha llevado a revalorizarse, por ejemplo, contra el yuan. Si una divisa más cara siempre supone un freno para las exportaciones, en un contexto de restricciones crediticias y en el que los Estados están consolidando las cuentas públicas, el efecto desfavorable de la apreciación del euro se multiplica. En estas circunstancias, el impacto de una revalorización del 10% equivale a una subida de los tipos de entre 0,25 y 0,50 puntos porcentuales.

2. El crédito sigue restringido.

Los datos de oferta monetaria y de préstamos al sector privado confirman que el crédito sigue sin fluir. El propio Trichet lo admite al instar a los bancos a que hagan cuanto puedan para recapitalizarse y reactivar el crédito. Y pese al resultado de los test de estrés y a que, como ha afirmado Trichet, los bancos han obtenido financiación en los mercados a través de emisiones de deuda, el mercado interbancario continúa sin funcionar. En este entorno, llama la atención que Trichet dé la bienvenida a la normalización que él observa en la progersiva subida del eonia, el interés al que los bancos se prestan dinero a un día. Por el momento, el BCE mantendrá abierta la 'barra libre' de liquidez a la banca hasta finales de 2010. Si no la amplía, el paso de fin de año será especialmente duro para las entidades financieras, con más problemas de liquidez y aún menos actividad crediticia.

3. Recaída en EEUU

La zona euro no será ajena a cuanto ocurra en la mayor potencia mundial. Por mucho que suponga un alivio que la economía se haya fortalecido, será una situación pasajera si la recaída norteamericana se confirma y el euro continúa apreciándose. Trichet no ha querido entrar a valorar con precisión su visión acerca de la incertidumbre que envuelve a Estados Unidos, pero deberá permanecer atento a todo cuanto ocurra allí. Sobre todo, si, como parece, la Reserva Federal (Fed) refuerza sus medidas cuantitativas para introducir más dinero en la economía. Demostraría que lo que está viendo no le gusta nada. Y puede que, en unos meses, lo que vea el BCE tenga una pinta similar.