Aunque pasen un poco más desapercibidos, los acontecimientos en el acero, el níquel o el aluminio son cuestiones a considerar a la hora de valorar lo que está sucediendo en el mercado en zona de gran resistencia.
Y es que es evidente que su evolución nos habla del ciclo económico.
La situación ha empezado a empeorar al menos en dos de esas referencias, aunque queden lejos los niveles relevantes para la tendencia a medio plazo, todo sea dicho.
Así, el aluminio presenta un pequeño doble techo en los 2.350 dólares por tonelada, con pérdida de directriz alcista, que abre una reacción bajista que sólo deterioraría el aspecto en tendencia con la pérdida de los 1.800.
El níquel, por su parte, ha hecho lo propio en los 25.000, fuerte resistencia, abriendo la posibilidad de una corrección bajista que para llegar a ser algo más que eso en tendencia tiene que perforar los 17.750 dólares por tonelada.
La duda bajista la pone el acero, que sigue atacando zona de resistencia clave -ligeramente por encima de las 500 libras-. Cediendo éste en el intento, tendríamos un trío de fallos alcistas y eso podría ser potencialmente bajista para los metales en general.