En estos tiempos de fuerte volatilidad y dominio bajista, hay activos que logran desmarcarse y dar alguna alegría a la cartera. La carne de cerdo magra es el mejor ejemplo.
Cuando a principios de junio abrimos una estrategia en carne de cerdo magra (lean hogs) vía contratos por diferencias (CFD), seguro que muchos arrugaron la nariz. Al fin y al cabo, esta materia prima no es de las más comunes.