Situación de corto plazo:
Subidas generalizadas en una sesión en la que lo más destacable fue ver como la presión compradora no consiguió batir las resistencias de corto plazo que de forma general se encuentran en los máximos que marcaron las principales referencias europeas la semana pasada.
Estos máximos de la semana pasada son el techo del proceso consolidativo que estamos viendo a lo largo de las últimas jornadas y mientras no sean superados se mantendrá el riesgo de ver una consolidación más amplia que no podremos calificar de corrección mientras no se pierdan soportes que aparecen en los mínimos del pasado 26 de marzo.
La superación de estas resistencias, tales como son los 3.742 del Eurostoxx 50 o los 12.200 del DAX, abriría la puerta a que pudiéramos ver un nuevo segmento al alza dentro de la subida de los últimos meses en las bolsas.
Operativamente, lo visto esta semana ya permite calificar los mínimos de la semana pasada, concretamente los 11.294 puntos del IBEX 35 o los 3.616 puntos del Eurostoxx 50, como la línea divisoria que separa un escenario potencialmente alcista de uno bajista o lateral. Mientras se mantengan no vemos motivos para reducir exposición a bolsa europea.
Situación tendencial:
La superación de los 3.280/3.325 puntos confirma un claro patrón de continuidad alcista que abre la puerta a un nuevo segmento al alza dentro de la impecable tendencia alcista que define la principal referencia europea desde el año 2011, que tiene como objetivos iniciales la zona de los 3.900 puntos, que es el que surge de proyectar la amplitud de ese patrón de continuidad alcista en forma de cabeza y hombros invertido. El alcance de ese entorno es probable que frene temporalmente las subidas y provoque una fase consolidativa, que es la que tienen que esperar aquellos inversores que están fuera del mercado y quieren aumentar la exposición a bolsa de su cartera.