Al cierre de la jornada las subidas que se imponían a media sesión han quedado muy matizadas y, de hecho, algunos índices, como es el caso del Mibtel italiano han cerrado con ligeras pérdidas u otros como el DAX sin apenas cambios con respecto al cierre del viernes, lo cual refuerza el carácter vulnerable del rebote de corto plazo.
Este rebote ha encontrado freno tras alcanzarse en muchos casos la zona de antiguo soporte, ahora resistencia, cuya cesión el jueves pasado habilitó un claro deterioro en la renta variable europea.
En cualquier caso, seguimos pendientes de ver lo que sucede al otro lado del Atlántico, y más concretamente nos fijamos en el S&P 500. En el análisis estratégico que publicamos todos los lunes ya advertíamos de la importancia que tenía la resistencia que el S&P 500 presenta en los 1.980 puntos. De hecho, su superación nos invitaría a plantearnos un aumento de exposición a bolsa en EEUU. Pues bien, la aproximación a esta resistencia ha frenado el avance alcista en el índice estadounidense, lo cual refuerza este entorno como la resistencia que debe ser superada de cara a que tengamos evidencias técnicas alcistas que alejen el riesgo de seguir asistiendo a un proceso correctivo bajista de mayor calado.