Las ventas siguen presionando a las principales bolsas europeas, que vuelven a la zona de mínimos del mes pasado, que en el corto plazo es el soporte a vigilar ya que su cesión confirmaría en muchos casos un claro patrón de continuidad bajista que abriría la puerta a una profundización de la fase correctiva de las últimas semanas, alejando la posibilidad de que a corto pueda verse antes un rebote.