Cuando todo apuntaba a que las bolsas europeas podían reanudar la tendencia alcista que definen a lo largo de las últimas semanas, la presión vendedora ha conseguido frenar el ímpetu comprador de las primeras horas de negocio y ha provocado un giro que pone sobre la mesa la posibilidad de que tenga continuidad la fase consolidativa que tuvo su inicio la semana pasada.
En efecto, la vuelta que hemos visto hoy plantea la posibilidad de que se asista a un proceso lateral más amplio y complejo, que no derivará en corrección mientras no se pierdan los mínimos vistos ayer en la mayoría de índices, tales como los 3.010 en el EuroStoxx 50 o los 9.665 en el IBEX 35.