Los resultados de Santander y Deutsche Bank se están recibiendo con ventas por parte de los inversores pero no hay que alarmarse ya que la banca europea aún no ha perdido sus soportes.
El castigo que está sufriendo la banca europea nos invita a analizar la curva de precios de su sectorial por si hubiera un deterioro destacable. Haciéndolo, observamos como las caídas de las dos últimas jornadas no han provocado la cesión de ningún soporte relevante.