Al cierre nos hemos encontrado con una sesión de bajo volumen en la que ya se ha notado el carácter festivo que tendrá la jornada de mañana martes. Lo más destacable ha sido ver, en un día que teníamos cita con el cierre del mes de abril, como el IBEX en su versión total return se ha mantenido a duras penas por encima del soporte decreciente que surge de unir los mínimos de junio de 2010 y septiembre de 2011, de cuyo mantenimiento depende que no exista un deterioro todavía más importante en la bolsa española.