Semana de infarto para principales referencias europeas, como refleja a la perfección el rango de un 15% visto entre el mínimo y el máximo en el futuro del EuroStoxx 50.
Al cierre de la sesión europea se asiste a una nueva jornada en la que la presión compradora ha conseguido mantener a raya unos bajistas que ayer sufrieron un contraataque alcista que invita a pensar que los mínimos vistos durante la semana han sido el suelo temporal de lo que podría haber sido la primera fase de caídas de una tendencia bajista de orden superior.
En este sentido, toda tendencia bajista consta de movimientos intermedios al alza como el que podríamos estar viendo a corto y a la postre sirven simplemente para que se vayan formando las sucesivas crestas decrecientes que define a toda tendencia bajista.
La pregunta del millón es donde podría concluir el actual rebote y eso, como comprenderán, es imposible saberlo a priori, si bien es cierto que existen una serie de puntos de giro cuya identificación puede resultarnos útil como sería un ajuste del 38,20 y 50% de toda la última caída con origen en los máximos del pasado 22 de julio. En el futuro del EuroStoxx 50 estaríamos hablando de los 2.350 y los 2.435 puntos. En un contexto de mayor fortaleza, que a día de hoy consideramos el más improbable, un rebote podría incluso corregir un 61,80 o dos terceras partes de la caída previa. Hablamos de los 2.520 / 2.550 puntos en el futuro del EuroStoxx 50.