El mercado ha acogido con los brazos abiertos los resultados presentados por el fabricante de ferrocarriles CAF al final de febrero que, aunque ya se presagiaban buenos, los analistas han destacado lo positivo que ha sido el dato de margen bruto reportado por la firma vasca.
La compañía no había terminado de encarrilar el ejercicio 2017 en el que ha sufrido un descenso de los pedidos importante, del 43% concretamente. Cifra que, sin embargo, sí le ha permitido mantener la cartera de pedidos por encima de los 6.000 millones de euros, lo cual era el objetivo establecido por la propia empresa. Además, esta cartera presenta una diversificación geográfica considerable donde el peso del negocio doméstico es de sólo el 13%
No obstante, esto ya estaba descontado en el precio de sus títulos, que hasta entonces habían repuntado más de un 15% en el parqué de la bolsa. Lo que sí sorprendió a los expertos fue el margen conseguido sobre el ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses, amortizaciones y depreciaciones), que fue del 12,2% pese a que se esperaba casi 1 punto porcentual menos a comienzos de 2018.
Esta ratio, que mejora en casi 200 puntos básicos a la del año anterior, es la que se preveía que recuperase la compañía de cara a 2020, es decir, que la ha anticipado tres años antes de lo estimado. "La mejora de los márgenes ha venido, sobre todo, por un mejor mix de negocio y una reducción de los costes", explica César Sánchez-Grande, analista de Ahorro Corporación.
Esto, a su vez, le ha permitido superar en más de un 4% el ebitda que el consenso de analistas que recoge Bloomberg preveía, logrando 180,4 millones de euros, su mejor cifra desde 2013. Y, según este mismo consenso, avanzará un 25% más en los próximos dos años.
Otro de los aspectos que ha mejorado CAF este año ha sido el apalancamiento, que se ha reducido hasta las 1,2 veces el ebitda. Aunque mucha culpa de esto ha sido precisamente del aumento del beneficio, también ha reducido la deuda neta en más de 40 millones.
No obstante, aunque esta cómoda posición financiera le deja margen para realizar alguna operación corporativa, "éstas serían de un tamaño muy reducido con el único objetivo de buscar pequeños nichos en los segmentos de la señalización o el mantenimiento, como ha hecho hasta ahora", apunta Sánchez-Grande.
Y tampoco se espera que mejore el dividendo más allá de lo que ha hecho, que ha sido proponer un pago de 0,66 euros, un 14% más respecto al año pasado pero que a los precios actuales sólo ofrece una rentabilidad del 1,65%. El analista de Ahorro Corporación cree que "lo irá aumento, pero al mismo ritmo que crezca el beneficio".
Las expectativas en cuanto al futuro más inmediato de la compañía son buenas atendiendo a la buena recomendación que reciben sus títulos (el 63,6% de los expertos aconsejan tomar posiciones) y, pese a que, de media, no le concedan apenas recorrido al alza, cinco de las casas de inversión que la siguen sí le ven un potencial superior al 5%. Desde Banco Sabadell aconsejan comprar, al igual que Sánchez-Grande todavía la consedera "atractiva", sobre todo, "teniendo en cuenta que España va a volver a invertir en material rodante en el marco del nuevo Plan de Inversiones que tiene que anunciar próximamente", concluye.