El fallo a la hora de reestructurarse al alza desde la zona de los 1,3875 confirmó lo que nos temíamos, esto es, que tuviera continuidad la tendencia bajista que se inició meses atrás en la zona de las 1,60 figuras y, en lo que es más importante, advierte de que nos encontramos en una fase bajista de orden mayor.
Esto significa que existen muchas posibilidades de que el techo visto en las 1,60 figuras no sea un techo solamente de corto - medio plazo sino también de medio - largo plazo y que las caídas de las últimas semanas estén ajustando las alzas de los últimos años, concretamente las que se iniciaron en octubre del año 2000, cuando la relación eurodólar cotizaba en la zona de las 0,82 figuras.
Teniendo en cuenta lo anteriormente señalado habría que valorar como una posibilidad muy real que la cotización siga retrocediendo posiciones en próximas fechas hasta puntos de giro potenciales que no aparecen hasta los 1,21 y 1,1650. Esto coincide con lo que sería un ajuste del 50% de toda la tendencia alcista descrita de 0,82 a 1,60 y con un soporte horizontal muy relevante. En este entorno de precios es probable que se forme una reacción alcista sensible ya que si se fijan en el gráfico semanal, podrán ver que, de momento, la caída está siendo vertical y tarde o temprano lo normal es que haya un rebote que, cuando menos, sirva para que se forme una cresta decreciente.
En plazos cortos hay que considerar como muy vulnerable cualquier reacción alcista antes de que se alcancen objetivos señalados. Si hay rebote debe ser considerado más una oportunidad para abrir cortos y poder aprovechar así que haya una continuidad en las caídas.