El 26 de junio (ver aquí) escribíamos sobre el valor, recordando a los inversores amantes del medio y largo plazo que técnicamente el título debía caer un 40 por ciento antes de comprometerlo.
¿Por qué no iba a poder ser en Gamesa? Muchas voces justificaban entonces su descorrelación con el mercado.
Lo de siempre nos llevaba a nosotros a seguir con nuestra buena costumbre de pensar en lo impensable, de poner sobre la mesa la realidad: lo de Gamesa es una excepción y suelen éstas ajustarse a la norma digan lo que digan los analistas de empresa.
En nuestro artículo afirmábamos que la tendencia seguía siendo alcista en medio/largo plazo y que no había argumentos definitivos para dudar de ella con firmeza; pero que convenía tener en cuenta la posibilidad de una caída hacia los 21 euros en caso de pérdida de los 36 y, sobre todo, de los 32. Hemos llegado a ese nivel, y no le sorprenderá a nadie que se esté rompiendo dada la situación global - que por cierto no era entonces mucho mejor en tendencia -; y como siempre, tarde y mal se revela ahora para muchos la importancia de pensar en lo impensable y el alto riesgo que se toma al operar con conceptos de medio/largo plazo.
Volvamos a pensar en lo impensable
¿Venderá ahora el que no vendió al perder 36 o 32? Lo dudamos mucho. Es fácil decirse a uno mismo que así obrará llegado el caso, pero muy difícil hacerlo. En realidad, cuando nos decimos que haremos algo cuando no quede más remedio lo que estamos haciendo es engañarnos a nosotros mismos para no hacerlo ahora. ¡No queremos perder!
Hoy Gamesa puede romper al cierre un soporte clave a medio/largo plazo. Y lo hará con un hueco y notable volumen. Sólo superando ese hueco existirá alguna posibilidad de abortar el patrón de doble techo (t1t2) que se confirma. Un patrón que tiene como objetivo MINIMO la zona de los 12/13 euros. ¿Quién dijo que no podía caer a 21 cuando estaba en 35? Sin duda todo aquel que no aceptará que podía bajar a 12/13.