Feliz 2013
No podría ser de otra manera, feliz 2013, encontrando dentro de nosotros mismos la felicidad. Cuando se escucha a los agoreros económicos que este año las previsiones son tales o cuales y refuerzan sus tesis con grandes argumentos hay que recordarles que, en ocasiones, se olvidan de lo más básico. Y es que en economía el factor psicológico es muy importante y si el gobierno de España toma medidas que hacen que se recupere la confianza probablemente la situación pueda empezar a cambiar. Si el gobierno mantiene su línea de hacer lo que había negado que haría, probablemente 2013 será funesto, y además le seguirá también el 14. Si Obama no llega a un pacto fiscal hace pocas horas es fácil que mañana miércoles los mercados hubieran temblado. Por tanto, una vez más las previsiones económicas son inciertas y hacer conjeturas no es nada fácil. Por tanto, feliz 2013.