¡FELIZ 2012!

Podría parecer un error, pero no. Es el mensaje correcto. Así se están mandando miles de mensajes en este final de año y principios del nuevo, con el deseo de un 2012 feliz, porque 2011 se considera ya perdido. Parece que en estos días mandar un mensaje pesimista no es lo más adecuado, pero tampoco podemos darnos a las alegrías inocentes. Efectivamente 2011 nos ofrece un panorama gris y con un mes de abril de fondo, donde el vencimiento de una parte importante de deuda será el primer gran reto de la economía.
Muy pocas son las alternativas a mejores resultados económicos. Tan sólo esperar que un cambio de Gobierno elimine la situación de incertidumbre en la que nos encontramos y que entremos por una nueva senda económica. Por tanto, ¡feliz 2012!

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