ACABAR CON LA CORRUPCIÓN
La salida de Bárcenas de la cárcel nos pone de nuevo en la picota la cuestión de la corrupción. Parece que todo un sistema se tambalea con la puesta en libertad de este individuo. Es cierto que si todo apunta a ser como parece, el extesorero del PP volverá a estar entre rejas, pero aun así no parece que sea un modelo normal el que tenemos, pues con una justicia normal el personaje mencionado ya habría sido definitivamente juzgado y puesto en libertad o castigado. Pero no, este sistema en el que nos movemos no hay por dónde cogerlo: la justicia no termina de cumplir unos plazos razonables; la devolución de lo adquirido de manera irregular tampoco funciona; la ejemplaridad para otros políticos tampoco funciona… En fin, que esto no termina de arrancar y la corrupción va adquiriendo tintes cada vez más dramáticos con todo lo que eso significa para todo un sistema democrático.