La curva de precios del Santander lleva semanas moviéndose a la baja dentro de un proceso que está sirviendo para aliviar la sobrecompra acumulada y ajustar parte de las fuertes y verticales subidas de los últimos meses que, recordemos, se iniciaron en marzo del año pasado desde los 3,69 euros y que provocaron una revalorización superior al 225%.
En el gráfico adjunto pueden ver como la corrección ha provocado una caída del 20% desde los máximos del 11 de enero en 12,14 euros. Este ajuste que puede ser visto como excesivo no lo es tanto si tenemos presente la fortísima subida previa descrita. Piensen que aún debería caer un 10% adicional más, hasta entornos de 9 euros, para corregir hasta el primer nivel de corrección proporcional de la serie de Fibonacci del 38,20%, lo cual sería un ajuste considerado mínimo desde el punto de vista teórico.
En plazos cortos la cotización está perdiendo a esta hora los mínimos de la semana pasada, lo cual de confirmarse al cierre habilitaría que tuviéramos un nuevo mínimo relativo decreciente dentro de la estructura bajista de las últimas semanas.
Esto sería de todo menos una señal alcista y marcaría una probable continuidad de los descensos. Por el contrario, mantener al cierre soportes de 9,95 euros y sobretodo si acabara el día en la zona de máximos de la sesión, estaríamos delante de un posible signo de agotamiento vendedor, que nos avisaría del inicio de un rebote que, de momento, está siendo frustrado.