La semana pasada nos llamaron la atención dos detalles: la divergencia abierta por el siempre intuitivo Ibex 35, incapaz de seguir la estela alcista del resto de índices de la escena internacional, y el comportamiento de la última sesión del año de los principales índices norteamericanos, que sufrieron una oleada de ventas en las últimas horas de negocio del ejercicio.
Así, con las bolsas europeas cerradas, se produjo un reversal que arrastró de nuevo al Dow Jones Industrial y al Standard & Poor's hacia niveles que están dentro del rango lateral que desarrollaban durante el último mes y medio y que hace dos semanas todo apuntaba que había sido resuelto al alza y que ahora hay que poner en entredicho.
Esto ocurrió dentro de una semana en la que se negoció el volumen más bajo del año, lo cual siempre hace conveniente que antes de poder valorar analíticamente la situación y favorecer la posibilidad de haber asistido a una ruptura en falso, sea preciso esperar a tener una confirmación adicional.
En este sentido, hoy comienza una semana que podría darnos muchas pistas acerca del comportamiento de la renta variable en próximas semanas. En un contexto de fortaleza lo que ocurrió la última sesión en Estados Unidos habría sido una simple anécdota si en próximas sesiones la presión compradora consigue sin problemas volver a situar a la media industrial y al Standard & Poor's por encima de resistencias como son los 10.520 y lo 1.020 puntos.
Ahora bien, como no lo consiga y esta semana los alcistas no logren imponerse, aumentarían las posibilidades de que la ruptura general de resistencias que tuvo lugar hace dos semanas hubiera sido en falso, lo cual sería una señal de fuerte debilidad. Piensen que un fallo alcista suele venir acompañado de posteriores fuertes caídas.