
El tren especial que debía conectar el festival de música Sonorama Ribera con ciudades como Bilbao y Burgos no podrá ponerse en marcha este verano. A pesar de que todas las partes implicadas han logrado resolver los obstáculos para permitir el uso de la estación del Montecillo por viajeros, la falta de tiempo hace inviable su puesta en marcha para la edición de 2025, que arrancará el próximo 6 de agosto.
Según ha informado Diario de Burgos, la ausencia de un plan de autoprotección en la estación que era el principal problema técnico esgrimido por Adif se ha solucionado gracias a acuerdos para implementar planes específicos para cada evento, lo que permitirá usar la estación de forma puntual sin realizar modificaciones estructurales permanentes.
El encargado de fletar estos trenes especiales sería la empresa de movilidad Alsa, que presta varios trenes turísticos y cuenta con coches de viajeros arrendados o cedidos por asociaciones de aficionados al ferrocarril. La organización del festival y el Ayuntamiento de Aranda de Duero siguen colaborando para definir el modelo definitivo.
El alcalde de la localidad ribereña, Antonio Linaje, explicó que, aunque la solución técnica está a punto, el calendario no permite preparar el convoy para este año debido al poco margen que queda antes del inicio del Sonorama el 6 de agosto.
El director del festival, Javier Ajenjo, ha asegurado que para la edición de 2026 esperan contar con trenes especiales con vagones personalizados por patrocinadores y actividades exclusivas a bordo, convirtiendo el viaje en una experiencia única para los viajeros.
El proyecto contempla trenes de ida y vuelta que conectarían Bilbao y Burgos con Aranda de Duero, aunque también se baraja la posibilidad de aumentar frecuencias, especialmente desde Burgos, si la demanda lo justifica. El objetivo es impulsar un medio de transporte sostenible que, además, refuerce la reivindicación histórica del festival para la reapertura de la línea ferroviaria Madrid–Aranda–Burgos, cerrada al tráfico de viajeros desde hace más de una década.
No obstante, este proyecto tiene un elevado coste. Según las estimaciones manejadas por los implicados, fletar el tren especial podría suponer un desembolso cercano a los 100.000 euros. Desde la organización consideran que este gasto no puede trasladarse directamente al precio del billete, ya que si los viajeros tuvieran que asumirlo, la demanda sería insuficiente para que el servicio fuera rentable.
El proyecto, que se intentó impulsar ya en 2024, avanza con la vista puesta en el próximo año como el que permitirá que el tren especial del Sonorama se haga realidad. Además, se estudia la posibilidad de aplicar este modelo para otros eventos que se celebren en Aranda, lo que podría aprovechar la recién desbloqueada viabilidad del uso puntual de la estación.