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Romney intenta despejar dudas tras el "Supermartes"
Romney ganó en seis de los 10 estados que realizaron primarias y caucus del "Supermartes", incluyendo una ajustada victoria en la carrera más observada de la jornada que se desarrolló en Ohio.
Pero su rival Rick Santorum ganó en tres estados y Newt Gingrich obtuvo la victoria en uno, aumentando las posibilidades de que la enconada batalla republicana se extienda durante meses.
Los resultados reafirmaron el estatus de favorito de Romney para conseguir la nominación de su partido y enfrentarse al presidente demócrata Barack Obama en las elecciones del 6 de noviembre.
Pero el sólido resultado de Santorum destacó la constante incapacidad de Romney de obtener el apoyo de las vastas zonas republicanas, que cuestionan las credenciales moderadas del ex gobernador de Massachusetts.
"Cuando tengamos un nominado nos uniremos porque Barack Obama ha organizado a la comunidad conservadora", dijo Romney a la cadena CNBC. "Vamos a unirnos porque realmente creemos que él debe ser reemplazado", manifestó.
El margen de victoria de Romney fue demasiado ajustado en Ohio, el gran premio de la noche del martes. A diferencia de campañas presidenciales anteriores, el resultado del "supermartes" de este año no dejó en claro el nombre del nominado.
Pese a ello, Romney consideró que sus resultados en la jornada de votaciones fue un éxito y trató de desestimar las especulaciones entre los republicanos poco convencidos de que aparecerían nuevos aspirantes en la carrera o sería necesario negociar en la convención de nominación de Tampa, en Florida, prevista para agosto.
El ex gobernador escogió cuidadosamente sus palabras, las que parecen reconocer que tiene una larga batalla por delante para lograr la nominación, y evitó criticar a sus oponentes republicanos, centrándose más en Obama.
"Tenemos tiempo, los recursos y un plan para ganar a todos los delegados, y creemos que lo lograremos antes de la convención", sostuvo. "No habrá necesidad de negociar en la convención ni de que aparezca una persona nueva y se convierta en el nominado", aseveró.
PROLONGADA BATALLA
Con los resultados conocidos hasta el miércoles, Romney se acercó metódicamente a los 1.144 delegados que necesita para obtener la nominación electoral de su partido.
Pero sus problemas con los votantes de la clase trabajadora y los cristianos evangélicos posiblemente persistirán en las próximas votaciones en los estados conservadores de Kansas, Alabama y Misisipi.
Mientras los candidatos gastan miles de millones de dólares en anuncios para criticarse unos a otros, los sondeos indican que la prolongada carrera por la nominación podría estar alienando a los votantes.
De todas formas, la excelente organización de Romney y sus robustas operaciones para recaudar fondos le dieron una fuerte ventaja frente a sus oponentes.
Además de Ohio, Romney ganó en los estados de tendencia liberal de Massachusetts y Vermont, y también triunfó en Idaho, donde sus aliados de la comunidad mormona componen una parte sustancial del electorado. También tuvo éxito en Alaska y en Virginia, donde tanto Santorum como Gingrich fracasaron en su intento por calificar para la votación.
Santorum, ex senador de Pensilvania, dijo que sus victorias en Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte probaron que es el mejor candidato para representar la filosofía conservadora del partido.
"En cada estado hemos superado las expectativas", afirmó Santorum a sus partidarios, destacando que había sido consistente con sus rivales durante la campaña.
Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ganó en su estado de Georgia, y dijo que permanecería en la carrera por la nominación.
En las últimas campañas presidenciales, el "Supermartes" a menudo definió al nominado republicano pero la contienda de este año posiblemente se extenderá hasta abril o mayo -o quizás hasta la última votación del 26 de junio- en línea con las nuevas reglas diseñadas para atraer a más votantes y aumentar el entusiasmo.