
La preocupación de los grupos editoriales por los bloqueadores de publicidad va en aumento. Los medios han adoptado medidas agresivas contra los adblockers ya que no están dispuestos a pagar ciertas tasas para ser incluidos en las listas blancas de Adblock Plus, un proceso que consideran como un chantaje.
El uso de los bloqueadores de anuncios es una realidad. En Alemania, una cuarta parte de los usuarios utilizan servicios de bloqueo mientras que en Reino Unido el 18% de los lectores también hace uso de estos softwares, según un informe de PageFair.
En octubre de 2015, el tabloide alemán Bild hizo frente al problema tras prohibir el uso de adblockers en su web. Para disponer de sus contenidos, el medio obligó a sus lectores a desactivarlos o a pagar una tasa de 3 euros mensuales para una experiencia de publicidad 'ligera'. Mientras que City AM fue el primer medio británico que también pidió la desactivación de los adblockers a los lectores que quisieran leer sus publicaciones.
Las técnicas antibloqueo sirvieron para que ambos editores obtuvieran resultados satisfactorios. En Bild, la proporción de bloqueadores se redujo en dos tercios mientras que City AM informó que más de un cuarto de lectores apagaron sus softwares bloqueadores de anuncios. Otros editores como Forbes y Condé Nast han empleado tácticas similares.
Negativa a pagar
Compañías como PageFair ofrecen a los editores la posibilidad de eludir los bloqueadores de anuncios a cambio de pagar un precio por ello e incluirlos así en las listas blancas. Julien Reichelt, editor jefe de Bild, ha mostrado su rechazo a este tipo de servicios. "Algunas empresas nos están diciendo 'pagarnos y os pondremos en las listas blancas'. No podemos permitir que nos chantajeen", dijo Reichelt.
Hasta el momento la batalla legal que está llevando a cabo la editorial Axel Springer contra los adblockers no ha tenido mucho éxito. En septiembre perdió un juicio contra Eyeo, la empresa productora del popular software Ablock Plus y más tarde, otro tribunal falló en su contra favoreciendo al bloqueador Blockr.
Sin embargo, la editorial alemana no se da por vencida y continuará su lucha contra los adblockers. De esta manera, Reichelt se muestra optimista y cree que a partir de ahora la justicia puede volverse a su favor. "Desde que hemos establecido este modelo los tribunales están comenzando a inclinarse hacia nuestro argumento. Ahora, los tribunales y los jueces comienzan a entendernos. Vamos a empezar a ganar estos casos", comenta Reichelt.