Tecnología

Dyson compra una startup de baterías y amenaza directamente a Tesla

  • Sakti3 podría dejar en pañales a la empresa de coches eléctricos
  • Propone la fabricación en masa de baterías de estado sólido
  • Podrían suministrar mucha más potencia en mucho menos espacio
El inventor millonario británico, James Dyson. DYSON.com

James Dyson, el estrafalario fundador de la exitosa compañía de aspiradoras que llevan su apellido, ha cerrado una operación con la que se sitúa en un mercado en plena ebullición: el de las baterías del futuro. La fabricante británica pagará 90 millones de dólares por Sakti3, una startup que lleva desde 2006 intentando revolucionar la tecnología del almacenamiento eléctrico. Este anuncio se produce sólo siete meses después de que Dyson confirmase una inversión por valor de 15 millones en la joven empresa estadounidense.

El movimiento de Dyson está destinado obviamente a complementar la principal línea de negocios de la británica, la fabricación de pequeños electrodomésticos sin cables.

Pero esta compra parece ir también un paso más allá del negocio de las aspiradoras, y podría situar a Dyson en una alocada carrera contra Tesla, gracias a la tecnología de almacenamiento eléctrico que está desarrollando Sakti3.

De la aspiradora a la batería

La propuesta no es descabellada desde el punto de vista empresarial. Tesla ya decidió en su día dar un paso hacia arriba en la integración vertical, y fabricar no sólo sus propias baterías para automóviles, sino también dispositivos de almacenamiento para uso industrial y particular.

Dyson podría ejecutar un movimiento similar: fabricar baterías para sus productos, pero también para otros muchos segmentos sedientos de energía eléctrica.

La empresa británica podría parecer poca cosa comparada con Tesla, pero lo cierto es que su apuesta tecnológica por Sakti3 es en realidad una enorme operación de apalancamiento tecnológico.

Porque el desarrollo de Sakti3 podría terminar en un callejón sin salida, o bien dejando a la tecnología que usa Tesla en algo parecido a la Edad Media.

Mientras que la fabricante de coches (aunque dentro de poco será más apropiado decir "de baterías") utiliza una aproximación más bien clásica aunque coste-efectiva para la creación de sus baterías de Ion-Litio caseras Powerwall, Sakti3 sigue una línea completamente distinta de desarrollo: el estado sólido.

Baterías sin líquido

Las baterìas tradicionales están repletas de litio, un metal que es ligero y muy útil para almacenar energía. Dentro de la batería, los iones de litio se mueven de un electrodo con carga negativa hacia uno con carga positiva, atravesando un líquido: el electrolito.

Lo que Sakty3 propone es eliminar por completo ese líquido, que es buen conductor pero que es inflamable y a largo plazo puede degradar la batería. En su lugar pretende utilizar como electrolito un material sólido, del que lógicamente se ahorra casi todos los detalles, pero que asegura que podría llegar a ser fabricado en masa con una técnica similar a la que se usa para fabricar obleas de chips o paneles solares.

El resultado, si Sakti3 consigue desarrollar una versión comercialmente viable de sus prototipos, es una batería que almacena energía con más densidad (hasta el doble) y cuya fabricación podría costar hasta un 80% menos que las tradicionales.

Eso significa más potencia para el mismo volumen, o menos volumen para la misma potencia. Y puesto que lo que se busca en cualquier aplicación sin cables suele ser precisamente una mejora en esa relación, es fácil ver por qué la propuesta de la startup es rupturista.

Sakti3 trabaja a toda máquina para conseguir diseñar productos que, siguiendo esa premisa tecnológica diferencial, sean escalables. Esa es la obsesión de su fundadora, Ann Marie Sastry, que reconoce que "sólo la ciencia que es aplicable en la producción industrial puede tener un impacto".

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