
Los resultados de Alphabet y Microsoft han decepcionado. Era difícil que no lo hicieran porque, para ello, las tecnológicas tenían que mantener el frenético ritmo de crecimiento de los últimos años. Sin embargo, las empresas más grandes de Wall Street también están notando que la economía pierde fuelle y que sus clientes de todo el mundo se aprietan el cinturón. Es lo que revelan sus cuentas: hay una ralentización.
El mercado estaba esperando la confirmación y ha comprobado que el parón que dejan ver sus resultados es solo un síntoma de lo que ocurre en la economía. Todo ello es lo que se está cotizando en el premarket. Los inversores están vendiendo y Microsoft y Alphabet caen un 6%. Además, arrastran a Amazon, que todavía tiene que rendir cuentas.
En líneas generales, los ingresos de las diferentes áreas de negocio de las tecnológicas han crecido -con alguna excepción-. Sin embargo, ese impulso ha sido muy inferior al registrado hace solo un año. En el caso de Microsoft, sus ventas muestran el menor avance en los últimos cinco años, según Bloomberg.
Los ingresos de la de Redmond se han situado en los 50.100 millones de dólares, un 11% más en tasa interanual. Sin embargo, la facturación de la firma crecía un 22% hace un año. En todo caso, el aumento actual de las ganancias no se ha trasladado al beneficio neto, que se ha reducido un 14% interanual, hasta los 17.600 millones de dólares. Algo que contrasta mucho con el aumento del 48% del año pasado.
Lo mismo ha ocurrido con el negocio de nube, Azure, que ha pasado de crecer un 50% a mejorar un 35%. Aunque las cifras siguen siendo buenas, reflejan que el potencial de crecimiento es menor y la demanda también. Además, las perspectivas para el 'cloud' no son buenas, ya que ese ritmo se va a moderar todavía más en el próximo trimestre (octubre-diciembre) y va a caer en cinco puntos porcentuales respecto a los tres meses presentados (julio-septiembre). Eso significa que las empresas van a prescindir, en cierto modo, de este servicio. El negocio de alojamiento de datos es clave para Microsoft y es uno de los que suele guiar la evolución de la firma.
En comparación con el resto de segmentos, la nube sigue siendo lo que más crece. También ha mejorado, en comparación con el año pasado, la división de productividad para empresas (lo que incluye herramientas como Office o LinkedIn), aunque también a un ritmo inferior. Y, en el trimestre presentado, lo que peor ha funcionado ha sido el negocio en torno a la consola Xbox y Windows, con caídas en las ventas del 3% y el 15%, respectivamente.
Otra de las cuestiones que ha lastrado a la firma ha sido la fortaleza del dólar, que ha tenido un impacto negativo en sus cuentas. También repercute la inflación, que ha dado lugar a mayores costes energéticos en los centros de datos. Con todo, la responsable financiera de la compañía, Amy Hood, ha adelantado que van a parar prácticamente las contrataciones, solo ficharán a perfiles muy concretos y, la mayoría de posiciones abiertas, se cerrarán, como explicó en la conferencia de resultados posterior e informa Bloomberg. Los menores costes van de la mano de los menores presupuestos que las empresas -los clientes de Microsoft- van a emplear en tecnología.
Pincha el negocio publicitario de Google
Alphabet también comparte ese objetivo: contener los costes. Por tanto, las contrataciones serán muy limitadas. Y de nuevo, eso refleja que las cosas no van tan bien en la matriz de Google. Una muestra de ello son sus ingresos, que crecían un 41% en el tercer trimestre del año pasado, según sus cuentas, frente al 6% de mejora del periodo presentado. La diferencia es de 35 puntos porcentuales, lo que revela el parón que atraviesa la firma.
Su margen operativo también se ha deteriorado, pasando de ser del 35% al 22%. Todo ello se traduce en un beneficio neto que el año pasado en estas fechas era de 18.936 millones de dólares y, actualmente, baja a los 13.910 millones.
El aumento de los ingresos en la mayoría de las divisiones de negocio ha sido moderado, a excepción de la nube que ha sido la que mejor ha funcionado, con una facturación un 37% mayor. Por ejemplo, Google Search gana un 4,2% más y los servicios un 2,4% más. Ambas cifras muestran el debilitamiento de la demanda.
Especialmente, cae el negocio publicitario, que centraba una parte importante de la atención. Los anunciantes se han gastado 200 millones menos en anuncios en YouTube, hasta los 7.071 millones de presupuesto. Un cambio de dinámica si tenemos en cuenta que hace solo un año, las marcas aumentaban ese presupuesto en 2.000 millones. La inflación está mermando las cantidades que las empresas gastan en marketing.
Sundar Pichai, el consejero delegado de Alphabet, ha destacado en la presentación de resultados que están "priorizando" y "afinando" las oportunidades de negocio en un momento en el que son conscientes de las condiciones económicas. Por su parte, la responsable financiera, ha reconocido el impacto negativo del cambio de divisas.
Las cuentas de las grandes tecnológicas muestran que estas no son ajenas a la restricción monetaria, ni a la inflación, ni a la fortaleza del dólar o al menor crecimiento económico. Todo ello, se ha reflejado en sus cuentas y se está cotizando en bolsa. Falta por conocer los resultados de Apple, la empresa de mayor capitalización del mundo, que mostrarán cómo se está comportando el consumo.