
Los Juegos Olímpicos de Londres han comenzado a levantar polémica por una decisión que va contra el derecho de los espectadores a actualizar sus redes sociales. Y es que dentro de las restricciones que aparecen en las condiciones para los poseedores de entradas especifican la imposibilidad de "explotar" contenido gráfico en las redes sociales.
Así pues la organización de Londres ha puesto de manifiesto que las "imágenes, vídeos y grabaciones de audio de los Juegos tomadas por un espectador no pueden ser utilizadas para otro propósito que no sea doméstico o privado", con lo cual "un espectador no puede licenciar, difundir o publicar grabaciones de vídeo y/o sonido, incluyendo en redes sociales y en Internet en general".
Esta resticción la ha puesto de manifiesto el fotógrafo Peter Ruck, que además de alertar de la medida ha criticado duramente las reglas, ya que "la noción misma de tratar de prohibir cualquier forma de fotografía que no sea para casa no tiene sentido, ya que habrá un millón de personas tomando fotos y vídeos sea desde su cámara o desde su teléfono".
Asimismo, Ruck plantea que no queda claro hasta qué punto compartir las fotos en las redes sociales es una actividad privada, debido a las restricciones que los usuarios pueden poner a sus perfiles digitales, eso sí, de momento si el espectador compra las entradas y quiere ver la competición, deberá aceptar las condiciones y olvidarse de actualizar su Facebook o Instagram.