- 30/12/2022, 18:55
30/12/2022, 18:55
Fri, 30 Dec 2022 18:55:09 +0100
El año 2022 fue el ejercicio en el que todo falló para los mercados y, con ese precedente, es inevitable cobijar la esperanza de que 2023 irá a mejor. Hay razones para pensar así en renta variable, una vez que se descarta una recesión global. En renta fija también hay visos de optimismo considerando que las alzas de tipos de interés continuarán, pero el BCE y la Reserva Federal las acometerán a un ritmo más moderado. Además, lo previsible es que la inflación retroceda a niveles más normalizados. Los últimos años, no obstante, enseñan que es imposible contar con certezas y es aún posible que 2023 cuente con sus propios cisnes negros, con acontecimientos aún difíciles de controlar con el desarrollo de la guerra en Ucrania o el repunte de Covid en China.